El camino transcurre a lo largo de la orilla del río y nos sorprende con numerosos detalles bien distintos de la naturaleza: pozas, cascadas, puentes, el valle y finalmente el pueblo abandonado de Ribera. Una leve pendiente marca todo el camino de ida y nos ayuda para volver al punto de partida....
Como anécdota destacamos los fuertes vientos huracanados soportados que nos hacen recordar las batallas de Jesús Calleja.... Estuvimos a punto de llamar a helicóptero del equipo de Cuatro pero finalmente gracias al peso adquirido por el almuerzo conseguimos vencer al dios Eolo...
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